2ª PREGUNTA REALIZADA
Nos encontramos en esta ocasión con una pregunta de Martika. Para leerla y poder opinar, tendríais que pinchar en comentarios
Nos encontramos en esta ocasión con una pregunta de Martika. Para leerla y poder opinar, tendríais que pinchar en comentarios
9 comentarios
Dorota -
Yo creo que tanto el humanismo como la ciencia han de estar informad@s, y que ésa precisamente es la función de la Revelación. De lo contrario, me temo que más que de progreso estaríamos hablando de regresión, y de ello tenemos abundantes ejemplos a lo largo de la historia.
Cierto es que el ser de Dios nos es inaprensible, entre otras cosas porque aparte de la necesidad de ser plena y permanentemente conscientes de lo que Él nos ha revelado, cosa que nos es imposible por nuestro modo de conocimiento, tendríamos que poder captar también todas sus relaciones, y esto nos es imposible.
Aún así, todos sabemos de Él en la medida de nuestra capacidad- porque Él se nos ha revelado, y sabemos también del amor, del desamor y del desconsuelo.
De éste modo, y utilizando categorías siempre humanas pero que en todo caso deben tener ilación del mismo modo que un determinado razonamiento nos permite determinar mediante fórmulas un fenómeno físico- podemos permitirnos razonar sobre Él, o sobre el cielo, el infierno o el purgatorio.
En cuanto a lo que dices de Cristo, sus actitudes, sus palabras y sus obras los milagros- han estado y están siempre ordenadas a la instauración del Reino de Dios.
Esa instauración, no es posible sin participar en Su Gracia, es decir, sin hacernos mediante Su intervención en nuestras actitudes, con nuestras manifestaciones y mediante nuestras obras semejantes a Él.
En la medida en que esto sea así, y sólo entonces, seremos capaces de vivir en esta tierra el Reino de Dios.
Si cada uno individualmente actuáramos de un modo semejante a Cristo, si nos animara el mismo Espíritu que en Cristo compartimos, la sociedad sería distinta.
Los pecados de la sociedad (de la que, no lo olvidemos, todos participamos), es decir, sus yerros sociales, no existirían. Pero eso pasa, como te decía, por el ser conscientes de los efectos de nuestros actos individualmente. Va desde nuestra falta de interés o el rechazo ante la Revelación de Dios, a la denegación de ayuda que puede tener muy diversas formas simplemente en nuestro entorno, con nuestros projimos/próximos- por no hablar de los efectos de nuestro voto en las elecciones...
Lo que estimo que es cierto, es que la Verdad está ahí para que sigamos buscando.
Al menos, eso es lo que algun@s pretendemos.
Joaquim -
Dorota -
El mal hasta donde podemos llegar a juzgar, no sólo es consecuencia del pecado original en mi terminología en la falta de comunicación con el modo de vida divino que supone la Gracia-, sino que es también efecto de nuestros actos.
Cada uno respondemos de los propios.
Ojala, como decía Arguiñano en una entrevista el pasado viernes, todos los niños del mundo tuvieran siquiera un bocata de comida basura que llevarse a la boca.
¡Cómo no sentir conmiseración por ellos!...
Pero ese planteamiento no elimina la necesidad que algunos sentimos de comprender determinados misterios.
No se trata de que lo diga el Magisterio como decías en tu post anterior-
Mi intento está enfocado a que lo que el Magisterio dice, se entienda también en el tema del purgatorio-.
Ya me dirás si lo he conseguido.
Joaquim -
Según Unicef, cada año mueren en el mundo unos 9,7 millones de niños y niñas (27.000 diarios) y la gran mayoría por afecciones que en el mundo industrializado tienen tratamiento efectivo: neumonía, diarrea, paludismo, desnutrición, sida. Todas las semanas un menor es atendido en los hospitales catalanes por maltrato en el ámbito familiar. Creo que el limbo lo podemos aparcar mientras nos dedicamos a solucionar los problemas reales.
Dorota -
Después hablamos.
Además, esperanza viene de espera...
... y, si esperas un poquito, quizá podamos hablar con algo más de seriedad de lo que dice Benedicto XVI de la esperanza
Dorota -
Después hablamos.
Además, esperanza viene de espera...
... y, si esperas un poquito, quizá podamos hablar con algo más de seriedad de la esperanza.
Joaquim -
Dorota -
Únicamente la negativa o el rechazo consciente al Amor de Dios motiva que alguien que así lo ha decidido, se aparte voluntaria y perpetuamente de Él (lo cual no es otra cosa que el infierno).
Como tú comprenderás, éstas circunstancias no son ni pensables en el caso de los niños, y mucho menos en los no natos o fallecidos.
Como ya he mantenido en otros artículos, la Gracia que nos aviene mediante el Sacramento del Bautismo, no es sino una comunicación de la Vida divina que plenifica a través de la fe, la esperanza y la caridad nuestras naturales capacidades de conocer, de conocer nuestro fin último, y de optar y actuar en consecuencia (la fe y la esperanza en los dos primeros casos, y la caridad en los dos últimas), todo ello ante la revelación de Dios.
Las cosas son así en función de nuestro interés, y también de nuestra necesidad.
Pero también hemos dicho que no será la celebración de un Sacramento lo que restrinja la actuación de Dios. Él sabrá cómo y con quién se comunica. Lo que sí te digo, es que su Amor nos llega siempre: que de su Amor procedemos, y que lo que al fallecer hacemos es retornar a Él.
Por lo demás, yo considero a Benedicto XVI capaz de elaborar teorías razonables, es decir, susceptibles de ser captadas por la razón.
Inmediatamente colgaré el artículo que os tengo prometido sobre el sentido en que pueden interpretarse las virtudes teologales en sus dos encíclicas. Verás que ahí hablamos de la afirmación que en la Spe Salvi ha hecho sobre el Purgatorio, y comprenderás también que, en base a ese mismo criterio, no tiene ningún sentido que hablemos del limbo.
Ya me dirás lo que te parece.
Martika -