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LA DECLARACIÓN DE MONTSERRAT

Líderes religiosos y civiles internacionales han firmado el día pasado día 10 una declaración mediante la que invitan a no relacionar en modo alguno religión con violencia. Es a mi modo de ver un planteamiento muy atinado sobre el que unos y otros podríamos opinar y que dice así:

 

“”MONTSERRAT, jueves, 10 abril 2008. El mediodía de este jueves se celebró en el Monasterio de Montserrat un acto con personalidades internacionales procedentes de diferentes tradiciones religiosas y de la sociedad civil para afirmar que “las religiones no deberían ser nunca más origen de confrontación, y sí de conciliación”.

 

Los firmantes de la llamada “Declaración de Montserrat” han reclamado la implicación de la sociedad civil, que debe exigir a las autoridades que  emprendan acciones, así como la de gobiernos y las organizaciones internacionales, y la de los líderes políticos y religiosos, para que refuercen su papel como “actores de la paz y la comprensión mutua”.

 

Entre los firmantes se encuentran Mohammad Jatami, presidente de la Fundación para el Diálogo entre Civilizaciones y ex presidente de la República de Irán; Aram I, Catholicos de Cilicia de la Iglesia Armenia Ortodoxa y presidente del Consejo de Iglesias de Oriente Medio; el rabino francés René-Samuel Sirat; Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación Cultura de Paz y ex director general de la UNESCO; William F. Vendley, secretario general de la Conferencia Mundial de Religiones para la Paz.

 

En la declaración se lee que “la información engañosa sobre el origen de los conflictos reclama un análisis inequívoco sobre la relación entre los sentimientos religiosos y la violencia, para avanzar hacia la construcción de paz mediante la prevención y la resolución pacífica”.

 

“Si no analizamos y damos a conocer de un modo  esmerado esta relación, algunos medios de comunicación y muchas personas de cualquier parte del mundo continuarán pensando y percibiendo que la religión es, a menudo, la que alimenta la violencia”.

 

Ya en 1994, en Barcelona, tuvo lugar una reunión entre los representantes de diferentes creencias y organizaciones religiosas en la cual los participantes llegaron a la conclusión unánime de que las religiones, basadas en valores compartidos como la fraternidad, la solidaridad humana y el amor, “no deberán ser nunca jamás origen de confrontación sino de conciliación”.

 

Ahora, los signatarios de esta Declaración afirman que “los conflictos dramáticos e inacabables de Oriente Próximo, como también los acontecimientos trágicos que han tenido lugar recientemente en otros lugares del mundo, requieren soluciones desde la toma de conciencia, del compromiso y de la implicación de la sociedad civil, que debe exigir a las autoridades que emprendan acciones y adopten medidas políticas”.

 

Así, piden “superar las ideas falsas, los estereotipos, el lenguaje tendencioso y los conceptos que difunden los medios de comunicación y a menudo reproducen los líderes irresponsables. Debemos rebatir las actitudes que propagan la idea de un vínculo entre religión y violencia, extremismo e incluso terrorismo».

 

“Por lo tanto, reunidos en la edificante montaña y abadía de Montserrat, y dentro del marco del 60º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, reconfirmamos nuestra adhesión plena a los principios ratificados en la Declaración, como también en otros documentos y acuerdos internacionales, que garantizan el derecho y el pleno respeto a la libertad de religión y otras creencias, y promueven el diálogo y la interacción con personas de otras afinidades e identidades, sean creyentes o no.”

 

“Destacamos la importancia que tienen hoy las identidades, las cuales, dejando aparte los extremismos, constituyen la base más poderosa para crear un modelo efectivo de coexistencia internacional””. 

 

 

11 comentarios

Martika -

Bueno..El proyecto social muy avanzado es el marxista leninista,atenta contra las libertades de las personas,no querría estar bajo la bota de ETA ni antes,ni ahora...Es injustificable

Gorka 97 -

Conpletando lo escrito anteriormente, no estoy de acuerdo con el nombre de Cruzadas Religiosas, no me meto en la historia de esas guerras de que no hayan tenido un origen religioso sino con el nombre; no usemos el nombre de Dios para justificar una violencia.
En la política tampoco lo admito.
E.T.A. En sus orígines tiene un proyecto social muy avanzado, pero fue enemigo de la lucha armada.
La violencia en E.T.A. SE METE EL 66 cuando dominó el aparato de E.T.A. el partido comunista.
El 67 los tres funadores de E.T.A. , SALEN DE E.T.A. por que han metido en ella la lucha armada.

Dorota -

Esperemos que sea así...

Joaquim -

Con que pusieran en práctica la Declaración Universal de los Derechos del Hombre ya me daría con un canto en los dientes.

Gorka 97 -

Todos me aportáis reflexiones muy interesantes.
Dorota ha escrito:
"Pero no es que debamos rebatir las actitudes que propagan la idea de un vínculo entre religión y violencia, extremismo e incluso terrorismo si esto es cierto, sino que nuestra obligación consiste precisamente en no consentir que esto sea así"
He copiado estas líneas por su postura clara y definida.

Dorota -

Como ayer os decía, yo encuentro síntomas positivos en esta exposición.

En primer lugar, la consideración del respeto a las distintas identidades (excluyendo como ellos dicen los extremismos) como base para la creación de un modelo efectivo de coexistencia internacional, me parece vital.

La invitación a que desde la propia cada uno participemos de manera que lleguemos a ser “actores de la paz y la comprensión mutua”, también.

En aras a esa comprensión, parece necesario poner énfasis en dos consideraciones:

1. “Las religiones basadas en valores compartidos como la fraternidad, la solidaridad humana y el amor, no deberían ser nunca más origen de confrontación, y si de conciliación“ (notad que no dicen que no lo hayan sido, sino de que no deberían ser nunca más)

2. “La información engañosa sobre el origen de los conflictos reclama un análisis inequívoco sobre la relación entre los sentimientos religiosos y la violencia”…

Para mí los dos temas están claros y su relación con la consecución de la paz, también.

No es la religión la que causa las guerras, sino el miedo a que nos arrebaten lo que creemos, el deseo de imperar sobre otros con nuestras propias concepciones, y en todo caso un juego de pasiones que nada tiene que ver con la civilización de la paz y la comprensión mutua que en este escrito se preconiza.

Estoy de acuerdo con ellos en que los conflictos dramáticos y los acontecimientos trágicos que van teniendo lugar en las diferentes partes del mundo, requieren soluciones desde la toma de conciencia, el compromiso y la implicación de la sociedad civil, la que debe exigir a las autoridades que se emprendan acciones y se adopten las medidas pertinentes.

Pero no es que debamos rebatir las actitudes que propagan la idea de un vínculo entre religión y violencia, extremismo e incluso terrorismo si esto es cierto, sino que nuestra obligación consiste precisamente en no consentir que esto sea así.

El compromiso de los firmantes de esta declaración parece claro en este sentido.

Hola -

Bueno, en cierta medida la sociedad ya está participando de ese deseo, no?, cuando, por ejemplo, se califica de limpieza étnica la emprendida en Yugoslavia, como si las diferencias entre croatas, serbios y bosnios fueran étnicas, y no religiosas.
En cualquier caso, por ver un poco la parte positiva del asunto, siempre es un mensaje más conciliador el que piden, otra cosa es que esté más o menos relacionado con la realidad.
Saludos

Dorota -

Reconozco que vuestras opiniones están más que justificadas, querid@s amig@s.

Sin embargo, yo he encontrado algunos elementos de interés en la declaración cuya simple consideración por parte de los firmantes, representa a mi modo de ver un avance.

Pero como en este momento no dispongo de tiempo para desarrollarlos, mañana –si Dios quiere, ¡que por qué no va a querer!- lo haré.

Espero que hayáis pasado –como yo- un feliz fin de semana.

Martika -

Sobre papel suena genial,q lo lleven a la practica!

Joaquim -

Vale, retomo mi discurso donde lo dejé, ya que me lo pones tan a tiro.

Personalmente estas declaraciones me dicen bien poco, pues ponen a sus firmantes en igualdad, cuando la realidad distingue bien claramente quien, desde posturas religiosas, defiende de verdad los derechos de las personas y quien no. Se habla de libertad religiosa, pero ¿quien está dispuesto a ponerla en práctica? La respuesta es clara: sólo Occidente, lo cual me parece plausible y lo que debe ser, pero me produce urticaria ver a mis representantes hablar de libertad religiosa con M. Jatami y demás elementos intransigentes del Islam. A este señor tiene que tratársele con menos contemplaciones y exigirle que trabaje para que en su país haya libertad religiosa; y para que no se ejecute a los homosexuales. A este señor y a sus amigos de Arabia Saudita hay que decirles muy claro que no se puede ejecutar a nadie por pasarse del Islam al Cristianismo. Y a sus amigos de Egipto y de Argelia que sus ciudadanos deberían de poder profesar cualquier religión sin que tengan que esconderse por no profesar la musulmana, por miedo a sufrir violencia. Está bien que exijan respeto, pero lo que sirve para uno también sirve para los demás. La gran diferencia entre unos y otros es la fatwa, causa diáfana de violencia religiosa, y la libertad de expresión, y la igualdad entre hombres y mujeres, y…

JML -

Yo no entiendo nada.

La evidencia de que la religión es precisamente la avivadora de los conflictos en oriente medio es tan abrumadora que me parece que todos estos líderes están mareando la perdiz.

El Corán está plagado de llamadas a la violencia contra los infieles; y los creyentes en el Corán no admiten sino la literalidad de la verdad allá reproducida; por ser palabra directa de Dios.

A mí me parece más apóstata Jatami que Bin Laden.

JML