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POR UN ÚNICO ACTO DE AMOR

Así, y porque nuestro Dios es un Ser que actúa, como consecuencia de un acto de amor del Amor (Padre, Hijo y Espíritu Santo) motivado por su intención de compartirse con todas las criaturas, el Amor se hizo amante al amar (es lo que queremos decir cuando manifestamos que Dios se ama a Sí mismo), y constituyó en amante a lo amado, como veremos a continuación. 

Relata el Génesis cómo, como resultado de un acto de amor de Aquel que es (la Santísima Trinidad) se originaron los actos de ser de todas las criaturas.  

Es así como se les confirió una capacidad de ser (o esencia) y una capacidad de actuar (o existencia) determinadas (lo que se denomina una forma sustancial)conforme a la que la vida (como don de Dios) inhería sobre una sustancia (o materia) confiriéndole unas determinadas características o cualidades (los denominados accidentes metafísicos), de forma que la vida (que sólo es de Dios) fuera en ellas, pero para que fuera en ellas mediante sus actos. 

Pero la vida que con nuestro acto de ser se nos confería no se nos otorgaba por lo que éramos exactamente, sino para que fuéramos, y para que fuéramos “viviendo” (es decir, actuando esa vida que se nos concedía) y “vividos” (en la medida en la que fuéramos capaces de relacionarnos con Él) por Dios como diremos al hablar de la virtud de la Caridad. 

Es así como la Vida se compartiría entre y de un modo conforme a los distintos individuos de las distintas naturalezas, estableciéndose una relación real de dependencia en el ser de la criatura respecto al Creador, en la que su propia existencia (del modo en que esta fuera) dependería y depende de Él. 

Esto es lo que queremos decir cuando mantenemos que el conjunto de la creación tiene una estructura teleológica conforme a la que, entre sí relacionadas y por su operación, cada criatura está llamada a alcanzar aquel grado de perfección que constituye el fin último para el que fue creada (su propio “telos”) y que no es otro que su modo propio de compartirse con el Amor.  

El fin último del ser humano es manifestar en sí la Gloria de Dios, al llegar a compartirse con Él tras ser elevado en su naturaleza por efecto de la Gracia. Es para esto para lo que fue creado como una criatura capaz de Dios.  

(La argumentación puede seguirse en el artículo denominado El ser humano, un ser personal)

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