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::: Dorotatxu :::

EL VALOR DE UN LÍDER

Hablando de estrategia militar, nuestro amigo Xabier Uría decía que ganaban más batallas una manada de ciervos mandada por un león, que una manada de leones mandada por un ciervo.

Él, que es Licenciado en Ciencias Empresariales y un experto en Organización de Empresas, dentro de la misma conversación nos hablaba también de lo que yo denominaría “técnicas de seducción” aplicándolas precisamente al concepto sobre el que pretendo escribir hoy.

Nos decía, que para introducir un artículo de un modo exitoso en el mercado, habían de cubrirse cuatro fases u objetivos:

1.       llamar la atención sobre el producto;

2.       generar el interés de su clientela potencial;

3.       suscitar el deseo de su adquisición;

4.       optimizar las acciones para su venta.

La idea, pues, se resumía en una sigla: atención, interés, deseo, y acción (AIDA).

Pues bien.

Ese mismo proceso es el que creo yo que se produce cuando hablamos del modo de compartir (intencionado o no) un determinado carisma.

En primer lugar, nos llama la atención “el producto”.

Lo encontramos personalizado.

Pero nos llama la atención, no porque quien lo posea lo pretenda interesadamente, sino porque sencillamente es algo que se hace evidente en él. 

A partir de ahí puede o no darse un proceso de manipulación, pero quiero que consideréis que en una persona carismática (un/a líder) hay siempre un principio de coherencia que es estimable en sí mismo, y que es precisamente lo que le hacer carismática en lo que puede ser considerado como un determinado valor.

Una persona líder por tanto, es una persona carismática que puede además llegar a convertirse en manipuladora.

Pero sigamos hablando ahora de “su" producto, de un carisma que es en sí mismo generador en tanto que posea una razón de bondad...

... aunque no siempre es así...

Bastaría con que lo consideráramos como bueno, pero me explicaré:

Decíamos que la segunda fase de la introducción de un producto en el mercado, era la de generar el interés de una clientela potencial, y el tercero el de suscitar el deseo de su posesión, como paso previo a la cuarta de las fases, que era la de la adquisición.

Pues bien.

Como tod@s optamos por una razón de bien, en principio y como “clientela potencial” tod@s somos particularmente manipulables siempre que se nos presente un determinado carisma como potencialmente bueno para nosotr@s y al mismo tiempo como de definitiva utilidad.

Así –y en su momento- gran cantidad de gente consideró a Hitler como un gran líder, y la pertenencia al tercer Reich como un valor.

No vamos a negarle la coherencia, ni tampoco vamos a decir que no supiera lo que quería, que no confiara en alcanzarlo, o que no priorizara sus opciones para conseguir “sus” objetivos…  Sin embargo, era su “autoridad moral” lo que le diferenciaba del tipo de líderes de l@s que yo hablo, y el motivo por el cual le ha juzgado la historia.

Es mediante un veredicto de este tipo como un líder llega a considerarse tirano, tras comprobarse la ausencia de bondad en aquello que preconizaba.

El auténtico liderazgo por tanto, no tiene tanto que ser reconocido, cuanto que ser ordenado.

¿Y ordenado a qué, os preguntaréis?... Pues ordenado a la plena realización tanto de quien lo ostenta, como de sus seguidores.

Me diréis -como ya lo habéis hecho, que según el valor que consideremos, distintos serán los líderes y también el conjunto de virtudes que en ellos valoremos. Pero ahora voy a hablaros de un tipo de liderazgo muy especial...

Recordaréis que hablábamos de las virtudes como de hábitos operativos buenos que partiendo de nuestras capacidades y a base de la repetición de actos, facilitaban nuestro actuar en un determinado sentido. Siendo esto así, decíamos, para determinados liderazgos podría llegar a suplirse la no excesiva capacidad intelectual con virtudes como la pericia, por ejemplo, o el tesón, o la perseverancia.

Sin embargo, hay en tod@s una capacidad de inteligencia suficiente –casi instintiva, diría- para reconocer el bien cuando se nos manifiesta.

No quiero decir con esto que siempre acertemos en nuestra valoración o que no nos equivoquemos, sino que –en caso de yerro- alcanzamos inmediatamente a distinguir nuestro error por comparación con aquello que nos resulta evidente.

Pues bien.

Es esta capacidad precisamente la que se perfecciona en el alma a través de la adquisición de las virtudes infusas (tres Teologales y cuatro Cardinales), que puesto que son perfectivas, que se dan en un mismo sujeto y que lo hacen de un modo intrínsecamente relacionado además, constituyen lo que se ha dado en denominar el “cuerpo de las virtudes”.

 En este caso si hablamos de virtudes, porque no lo hacemos de nuestra capacidad de conocer, sino de nuestra capacidad de integrar un conocimiento superior, precisamente a base de la repetición de actos.

Así pues, tras la adquisición de las virtudes de la fe, la esperanza y la caridad, llegamos a conocer “de otra manera” lo que queremos, llegamos a confiar por encima de nuestras fuerzas en alcanzarlo, y somos capaces (también por encima de nuestras fuerzas) de priorizar nuestras opciones de cara a conseguirlo y de instrumentalizar para ello los medios adecuados.

Pero puesto que esta adquisición pasa y presupone nuestra evolución, es ésta precisamente la que se ve favorecida por la adquisición de las virtudes cardinales de la prudencia, la justicia, la fortaleza, y la templanza…

Tod@s tenemos un poco de cada una de ellas.

Más o menos.

Algunos dirán de nosotr@s que somos más o menos justos, que somos comedidos, que somos creyentes…

Pero la idea de un líder no es otra que la de un ser evolucionado a través de la adquisición de virtudes y capaz de transmitir su querencia, por lo que,

  • aunque el Sr. Havard mantenía en el artículo anterior que jugando con una serie de valores realizados, tod@s estábamos llamados a ser “seductores de masas”, es decir, líderes,
  • quizá le faltó decir que el común liderazgo al que tod@s estamos llamados no es otro que el de ser rectores de nuestro propio destino, haciéndonos líderes de los demás en la medida en que -en tanto que las virtudes de las que hablo se hagan patentes en nosotr@s- seamos capaces de arrastrarles a la consecución del suyo.

Y porque la excelencia de un líder no estriba en su excelencia en un detrminado valor, sino en ser excelente en sí mismo, es conveniente que no seamos ciervos sino leones; pero no por razón de nuestra fuerza física, sino por mor de nuestra fuerza moral y graciosamente adquirida, que no hará sino manifestar en nosotr@s, y como líderes, nuestro auténtico valor.

He dicho.

 

30 comentarios

Martika -

Seguro q te sale genial,lo estaremos esperando!

Dorota -

Vuestras intervenciones me han dado mucho que pensar.
Espero que, de aquí al final de semana, sea capaz de elaborar un artículo que se llamará POR QUÉ NOSOTROS NO.
A ver cómo me sale.

Dorota -

Me ha encantado lo que has dicho de que los Sacramentos son a favor de las personas, y no al revés, querido Gorka.

Dorota -

Decir, no lo discuto...
... ¿pero hacer?...

Hola -

Hombre, si la cita del antiguo Cardenal Joseph Ratzinger es cierta, yo diría Dorota que tenemos casos en los que la comunión no siempre se permite…

Joaquim -

En algo tienes razón, pero como no hablamos de las comunidades pequeñas y del quehacer diario, te dejo la noticia.

"(Reuters) El ex alcalde de Nueva York Rudolph Giuliani recibió la sagrada comunión en la visita del papa Benedicto XVI a Estados Unidos, pese a un acuerdo por el que el funcionario no participaría a causa de su apoyo a los derechos de aborto, dijo el lunes el cardenal de la archidiócesis de esa ciudad.

Giuliani, ex candidato presidencial del Partido Republicano que se divorció dos veces, recibió la comunión el 19 de abril durante la misa del Papa en la Catedral de San Patricio.

El cardenal Edward Egan expresó en un comunicado que había 'acordado' con el ex alcalde para que no participara de la eucaristía debido a su defensa de los derechos abortivos.

"Rechazo profundamente el hecho de que el Sr. Giuliani haya recibido la eucaristía durante la visita papal a Nueva York, e intentaré reunirme con él para insistir en que cumpla con nuestro acuerdo", declaró Egan.

La jerarquía Católica Romana rechazó la comunión de otros políticos a causa de su apoyo a los derechos abortivos. El papa Benedicto había dicho en el 2004 -cuando era conocido como el Cardenal Joseph Ratzinger- que el candidato presidencial demócrata John Kerry no debía recibir el sacramento.

Un portavoz de Giuliani contó que el ex alcalde estaba dispuesto a reunirse con Egan, pero que "como él mismo manifestó previamente, la fe de Giuliani es un asunto profundamente personal y debería permanecer en la confidencialidad".

Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

Gorka 97 -

Los Sacramentos son a favor delas personas y no las personas al servicio de los Sacramentos.
Con otras palabras, Dios ha venido para servir y no para servirse de nadie.

Dorota -

Tal vez la situación ha tenido ese tratamiento desde Roma por lo escandaloso de la misma. ¡Pero digo yo!: alguien le daría la Comunión al Sr. Giuliani, ¿no?...
Una cosa son las declaraciones “políticas” de la Iglesia institucional, y otra el hecho de que a nadie se le niega la Comunión, que no se hace. Os lo digo por experiencia: ni siquiera en las comunidades pequeñitas en las que todos nos conocemos.

Joaquim -

Además, Gorka, justamente de eso estábamos hablando, de... cierta Iglesia. Al menos, a mí no se me ocurriría hacer una crítica en bloque y cualquier día nos ponemos a hablar de todo lo bueno que tiene la Iglesia. A veces parece que criticar algo es criticar el todo y no es así. Y estoy de acuerdo contigo en que aquello que no nos gusta de la Iglesia no debe de llevarnos al abandono, eso no tendría sentido. Saludos.

Joaquim -

Os dejo esta perla que Jaime Vazquez Allegue ha colgado hoy en su blog.

"La noticia de que autoridades romanas reprochen al ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, su asistencia a la eucaristía y el gesto de haber acudido a comulgar durante la pasada visita del Papa a los Estados Unidos ha causado, cuanto menos, estupor en determinados sectores de la sociedad interreligiosa norteamericana.

Y es que, siguiendo el rigorismo establecido, la participación (que no asistencia) en la eucaristía, implica la celebración del banquete eucarístico incluido el de la comunión en comunidad. El orden establecido excluye del acto a los divorciados, separados, amancebados, bastarditos, parejas de hecho, homosexuales y lesbianas, casados civilmente, padres y madres solteras, gentes sin confirmar o siquiera bautizar, cristianos alejados, protestones y protestantes en sentido figurado, infieles y de otras religiones, políticos izquierdosos, herejes, impuros, corruptos, contaminados, insurrectos, representantes del diablo, endemoniados, posesos agresivos, gentes de mal, chusma y populacho, así como otros especimenes porque pueden dañar la imagen de la institución eclesial.

Al final, y como apreciable representación institucional, los puros, castos, limpios de corazón, bien formados y de buena imagen, libres de pecado, erigidos participantes y dignos fieles participarán del sacramento como destinatarios autorizados. Sólo de esta forma conseguiremos una iglesia académica como Dios manda que brilla, limpia y da esplendor.

Giuliani no puede comulgar y con él todos los que no estamos en un estado de pureza angelical. A este ritmo, la crisis económica va a llegar a los monasterios de monjas que viven de la fabricación de las hostias".

Gorka 97 -

Cierta Iglesia Jerárquica, la que no tiene el espíritu de Jesús.
Jesús el fundador de la Igesia cristiana, quiere personas libres, no sumisas.

Martika -

Desde luego es más fácil ser lider de gente sumisa y muerta de miedo, q de librepensadores,q se planteen las cosas! La iglesia quiere ovejitas!!

Joaquim -

Dorota decía que para dialogar hace falta hacerlo sin miedo (gran verdad donde las haya). Creo que los guardianes del tarro de las esencias están muertos de miedo, en la trinchera y además disparando a los desertores.

Gorka 97 -

Una cosa es que yo diga lo que creo que es verdad y otra que sea la "absoluta", que no tiene cambio de hoja.
Eso NO.
LO QUE NO TIENE QUE TENER CAMBIO, ES SER AUTÉNTICO.

Hola -

Gorka 97, me has recordado otra cita: "el poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente". No tiene nada de fácil ejercer un poder tan grande como el de la jerarquía eclesiástica. Pero tampoco les resulta fácil, como ya preguntaba Joaquim, dialogar francamente, con los poseedores de otras verdades, para aquellos que basan su experiencia en que “saben” que es “verdad”. Yo ni siquiera tengo claro si esto es posible…

Gorka 97 -

Voy a seguir la línea que Dorota expresa para mi en el siguiente párrafo:
"Y porque la excelencia de un líder no estriba en su excelencia en un detrminado valor, sino en ser excelente en sí mismo, es conveniente que no seamos ciervos sino leones; pero no por razón de nuestra fuerza física, sino por mor de nuestra fuerza moral y graciosamente adquirida, que no hará sino manifestar en nosotr@s, y como líderes, nuestro auténtico valor."
Ser auténtico cristiano para mi es tener como persona ese corazón que Jesús mostró lavando los pies:un corazón de servicio total a favor del prójimo y nada de servirse de nadie.
Y como uno, transmite no lo que dices sino lo que es, una persona así-como Jesús lo muestra lavando los pies, tiene una personalidad única:libre y feliz.
Que la Iglesia católica en cuanto Jerarquía, uso del poder, ha tenido errores y muy serios y los seguirá teniendo.
Jesús no quería que sus paisanos le llamaran Mesías, aunque lo era, pues para sus paisanos la palabra Mesías encerraba un poder político y Dios no vino a servirse de nadie sino a servir como lo he dicho antes al hablar del lavatorio de los pies.
Aunque los jerarcas de la Iglesia católica han tenido y tendrán graves errores en el USO DEL PODER, es cuando menos la abandono, cuando menos dejo de remar en la barca que la fundó Jesús, que es más fuerte que la muerte.
Le mataron, pero venció a la muerte en la misma muerte:LA RESURRECCIÓN.

Martika -

A la de Bilbao.
Quiza Blazquez si sea hostigador con ETA, pero mucha parte de la iglesia vasca ha sido muy ambigua. Pero no quiero centrarme en un ejemplo concreto. Creo sinceramente que la iglesia tiene cosas mas criticables que mi buen parroco Juanjo.

Dorota -

Parece un sacerdote muy singular y con criterios propios. No parece que sea causa suficiente para amonestarle, ¡pero en fin!...
¿Pero a qué diócesis perteneces tú, Martika?, porque yo creo que si es a la de Bizkaia, la postura de M. Blázquez sobre la violencia no ofrece ninguna duda...

Martika -

Pues fue sancionado o mejor dicho amonestado con el riesgo de perder su parroquia, porque tradicionalmente en esa parroquia las niñas de la comunión no se les deja ir con grandes vestidos y no se dejan hacer fotos en ningun acto liturgico porque se considera que esta habiendo un acto sagrado.
Quiero añadir que Juanjo ha estado varios años en misiones en Ecuador, que en su casa han pasado todos los yonkis de la zona aparte de dar parte de su sueldo a familias necesitadas, asi que creo que la diocesis deberia tener cosas más importantes de las que ocuparse, por ejemplo de condenar de verdad a ETA.

Dorota -

¡Hola, Martika!...
... ¡qué bien contar contigo como moderadora!...
A tí te digo lo mismo que a Joaquim en lo que se refiere a la Iglesia como institución, pero tal vez quieras explicarnos un poquito más por qué o bajo qué condiciones tu "curilla" fué sancionado...

Dorota -

Yo cuando hablo de la Iglesia, querido Joaquim, siempre pienso en el futuro, sin perder la consideración de lo aprendido del pasado y de la situación que se da en el presente.
Claro que podemos mejorar, y claro que tiene sentido tu comentario.
Pero esa situación de la que hablas acaso sea una crisis de crecimiento. Piensa que en los peores momentos de su historia, han sido precisamente cuando han surgido los mayores reformadores.
¡Mucho ánimo, y que la sensación de vacuidad no te condicione!

Martika -

Estioy de acuerdo con ambos dos la verdad. La idea de lider de Dorota es la que yo entiendo y además me gustaría que fuese así, pero por otro lado estoy con Joaquim en su visión de la iglesia institucional.
De todos modos un lider no puede ir sin las circunstancias de su tiempo. Por ejemplo Hitler sin la gran depresión ni la primera guerra mundial, sin ese sentimiento de derrota y crisis que había, probablemente los alemanes no hubieran necesitado un guía que les sacase del atolladero.
Queriendo aclarar que comparto el amor por Dios de Dorota y siendo un ejemplo de misticismo, pero soy mucho más crítica con la iglesia institucional como Joaquim, ya que creo que no quieren hacernos libres ni autónomos, y he tenido que ver cómo en mi propia parroquia a nuestro querido curilla le han sancionado por salirse del carril de lo establecido.

Joaquim -

Es claro que no hablo de los admirables hombres y mujeres de iglesia que trabajan por un mundo mejor, sino, y no sé si estaré equivocado, de la impresión de vacuidad que tengo cuando oigo hablar a la mayoría de sus príncipes, que no parece que vayan más allá de las palabras, de la pura repetición de lo oído una y mil veces, de la sacralización del ritual. ¿Crees que esta pequeña crítica puede tener algún fundamento?

Dorota -

Nos hemos cruzado.

Desde luego que hay situaciones en las que la libertad está excesivamente condicionada y que son inadmisibles.

Puesto que existen y las reconocemos, unos y otros (la Iglesia y nosotros) debemos luchar para conseguir su eliminación.

Desde luego que sí.

La idea es la promoción del ser humano, y ésto se ve impedido por situaciones de injusticia que deberían avergonzarnos como Comunidad.

Dorota -

Dejadme que continúe…
Mientras venía de Misa, me he dado cuenta de en qué punto estaba mi mala interpretación, querido Joaquim.

Me sucede, que cuando hablamos de la Iglesia yo siempre pienso en ti y en mí, en mis hijos y conocidos, en los sacerdotes que frecuento… En fin, en mi misma Comunidad, no en la Iglesia institucional.

Como hago con el feminismo, ni siquiera soy combativa: soy femenina y, en este caso, soy Iglesia, y como tal me hago respetar.

Ya ves que soy bastante libérrima además, pero te diré que dentro de la Iglesia todavía no me he encontrado a nadie –incluyendo a algunos Príncipes de la Iglesia- con quien no pudiera dialogar.

Eso no quita para que, en cumplimiento de su misión, si en mí o en cualquier otr@ encontraran formulaciones especialmente aberrantes, no sólo nos lo hicieran notar, sino que nos conminarían a la corrección. Cuento con ello, pero no creas que por eso me dejarían de oir…

Quiero decirte, querido Joaquim, que mi libertad es mía, y que Ella (la Iglesia) no me la da.

Lo importante es la experiencia de Dios, y me temo que en eso, aunque la Iglesia puede colaborar, no la puede en ningún caso impedir.

Espero haberme acercado un poquito más a lo que tú decías…

Joaquim -

Bueno, a todo un poco, tanto a las limitaciones económicas como a las sociales que impiden que se pueda escoger libremente. Pienso en los pobres de miseria y pienso en los maltratados de toda índole. En esas situaciones hay que luchar el triple para obtener la propia libertad, ¿verdad?.

Dorota -

No se si te estaré interpretando bien, querido Joaquim, pero si no es así, me lo dices.

Mira: el ejercer la libertad no supone en ningún caso la necesariedad. Podemos hacer o no hacer, y lo que nos corresponde es la elección.

Yo creo que para dialogar, lo único que hace falta –además de la elección- es la ausencia de miedo. En realidad, dialogaríamos por interés de cada cual.

No se trataría pienso de “liberar” a nadie, al menos de su condición. Cada uno es libre de por sí.
Sería cuestión de fomentar la evolución tratando de compartir la mejor de las opciones.

Pero tal vez tú te refieras a iniciativas de tipo social, de tipo político, de lucha contra la marginación o cosas así, que lo que pretendan sea “liberar” a los seres humanos de determinadas situaciones de injusticia o alienación, ¿es así?…

Tú me dirás.

Joaquim -

Hablamos (hablas en tu artículo) de ejercer la libertad y de procurar que los demás también lo hagan, lo cual requiere una gran dosis de generosidad, pues supone reconocer generosamente las razones del otro. Convendrás en que para llegar a ese punto hace falta esfuerzo y formación. ¿Podemos hacerlo solos? ¿Qué corriente institucional está por tal labor?

No te discuto las bondades del mensaje evangélico y católico, que las tiene y grandes, ni las de formar parte del cuerpo creyente, pero a la hora de “liberar”, sobretodo a los otros, no basta con ofrecer y aceptar mansamente una doctrina, hace falta poner en práctica mecanismos de liberación. ¿Sí?

Dorota -

Verás, querido Joaquim…

La Iglesia es una, y nosotros somos un@s dentro de la Iglesia.

No es que nos quiera o nos deje de querer libres. Es que lo somos.

Todos formamos parte del Cuerpo Místico de Cristo animados por el Espíritu de Dios, y eso no es otra cosa que la Iglesia.

Ambas cosas son verdades esenciales de lo que somos constitutivamente, y no dependen por tanto de nuestra interpretación. Ellas deberían regir nuestra actuación y también nuestras relaciones dentro de la Iglesia.

Pero la Iglesia es también una realidad dinámica que tiene su evolución a lo largo de la historia, y es por ello que a lo largo de la historia vamos evolucionando tod@s y en conjunto.

Algunas ideas que todos hemos compartido se han demostrado coherentes con la Revelación y por ello las veneramos, pero éstas no dejan de ser elaboraciones humanas: modos de referirnos a una Verdad esencial y transcendente.

Así, hay también otros modos de expresar la misma realidad que son también coherentes con la idea de la Transcendencia, y te diría que hasta puede haber modos todavía no ensayados.

Lo que el ecumenismo supone, es la posibilidad de compartirlas, y pienso que sería de interés común el avanzar unos y otros en el conocimiento de Dios compartiendo para ello lo que no dejan de ser nuestras interpretaciones.

La Iglesia institucional tiene indudablemente un liderazgo puesto que es garante de la Verdad revelada, pero éste no puede ser en ningún caso reductor de la Misma salvo que perdiera por ello su virtualidad.

Además de sus manifestaciones previas, esta Verdad revelada tiene una concreción: Cristo.

Los cristianos sabemos que lo somos porque “formamos parte” de lo que Él es, y comprobamos asimismo en nosotros los efectos que de este hecho se derivan.

No es que creamos, sino que sabemos por experiencia que ésto es así, y esta realidad no va a variar porque la compartamos. Acaso adquiramos nuevos modos de hablar de ella, pero nada más.

Creemos, en cambio, que tenemos algo que aportar. Pero no porque seamos triunfalistas, sino porque lo que creemos se ha manifestado cierto.

Porque en El Cristo, la Transcendencia transcendió.

No es sólo un ejemplo para nosotros, sino una revelación. Una manifestación concreta en la que “casualmente” caben cualesquiera otras interpretaciones.

La Iglesia institucional en cuanto garante, con sus manifestaciones y con sus obras se muestra especialmente cautelosa a ese respecto, pero no creo que sea por quitarnos nuestra libertad sino para orientarla.

Sabe, sin embargo, que como diría S. Pablo el Espíritu sopla dónde y sobre quien quiere, y por eso, por obligación, tiene que ser capaz de reconocer sus manifestaciones como te digo no de un modo restrictivo, sino con auténtico discernimiento de la Verdad.

Así es como llega a ser respetable el liderazgo de la Iglesia, o en ese sentido al menos es como lo respeto yo.

No se si mi interpretación te habrá satisfecho…

Joaquim -

Chapeau. ¿Así que era esto lo que te rondaba con la cuestión del liderazgo? Es muy hermoso. Lo que no me acaba de cuadrar es cómo casa esta visión tan sumamente humanista y positiva de la vida con el liderazgo de la Iglesia. Muchos nos preguntamos si de verdad la Iglesia nos quiere libres (no en sentido paulino) y dueños de nuestra vida, y si realmente es capaz de dialogar francamente, con espíritu ecuménico, con los poseedores de otras verdades, rectoras también de destinos admirables. Si no es capaz de hacerlo con los que discrepan desde dentro cómo va a hacerlo con los que quedan más allá del denominado, y más amplio, Cuerpo Místico. ¿Sería capaz de ejercer tal liderazgo?