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LA ESPERANZA DE UNA ESPERA

LA ESPERANZA DE UNA ESPERA

Puesto que dicen que una imagen vale más que mil palabras, me van a permitir hoy presentarles una que se me antoja perfectamente comprensiva de aquello que no es la esperanza. Su autor es un tal Fidel.

Se trata de una reflexión sobre la locura y/o la cordura (Ez-eroa se llama), a través de la que se plantea el autor hasta qué punto el hecho de esperar algo (itxaron) equivale o es lo mismo que el hecho de tener esperanza (itxaropena).

Esta imagen ha permanecido largo tiempo en mi ordenador como salva-pantallas, y sé por qué me impresionó vivamente. Digamos que en demasiadas ocasiones, me he sentido identificada con aquel ser humano que, sentado en el suelo, esperaba.

Aquel ser humano me interpelaba. No mostraba ninguna actividad. Permanecía en un recinto del que, pese a tener las puertas abiertas, no mostraba actitud alguna de evadirse. Simplemente esperaba a que le dieran su pan (ogia).

 

Acostumbrado a su rutina y pese a tener frente a sí las puertas abiertas hacia la luz de su libertad, este ser humano esperaba algo, pero ese algo sólo era pan. Su falta de horizonte, su pasividad: ésas eran sus verdaderas cadenas.

¿Cuántas veces no nos pasa eso?. ¿Cuántas veces no nos conformamos con que nos den un mendrugo de pan?...

El mendrugo puede tener distintas formulaciones, pero una misma es la idea: Nos conformamos con tener; nos conformamos con haber tenido, pero siempre algo.

Ahí termina nuestro recorrido, sin darnos cuenta de que lo importante no es tener algo, sino aquello que hemos hecho o que podemos hacer para poder conseguirlo.

Son nuestras obras las que nos transforman. Son sus efectos los que nos llevan a avanzar en un determinado sentido.

Es caminando hacia la luz como la alcanzaremos. Si lo permitimos, es esa Luz la que nos guiará. Es caminando hacia Ella como seremos auténticamente libres, porque es en Ella precisamente donde reside la auténtica libertad.

Es ésa la raíz de la auténtica esperanza, y es el tender hacia Ella lo que nos convierte en seres esperanzados.

Ante ella, el tener material se desvanece porque no es en él en lo que Ella está basada. Si miramos a nuestro interior, podemos darnos cuenta de que el tener material es en demasiadas ocasiones nuestra auténtica cárcel.

Sólo levantando nuestros ojos hacia la Luz podemos ampliar nuestro horizonte. Sólo así sabremos hacia dónde dirigirnos. Caminemos, pues hacia la Luz.

3 comentarios

dorota -

¡Qué texto tan poético, Begoñi!...
Está lleno de evocación, pero me temo que en alguna cosilla no estoy muy de acuerdo: en que la vida no es porque yo la viva, sino que yo vivo porque la vida es, era y será, aunque yo no estuviera viva. Seguiremos charlando en un próximo artículo, ¿te parece?
Por cierto, tal vez quieras instruirnos sobre quien es ese Thich Naht Hahn. Un saludo

Martika -

Querida Begoñi;
Me ha gustado tu post,pero que es exactamente el momento presente?Porque segun mi opinion es algo tan efimero...como la rueda de un coche en movimiento. Justo el momento que toca el suelo seria el momento presente,pero a la centesima de segundo ese presente ya es pasado,y la rueda sigue moviendose. Es imposible vivir sin el computo de la vida,al menos para mi.

Begoñi -

Querida Dorota, sólo querría aportar algunas palabras del maestro Thich Naht Hahn. "
La vida no está disponible sino en el aquí y en el ahora.

El pasado se fue y el futuro no ha venido aún. Sólo hay un momento para mí que vivir:

es el momento presente. La primera cosa que debo hacer es regresar al momento presente

y, haciendo esto, toco profundamente la vida. Mi inspiración es la vida, mi espiración

es la vida, el paso que doy es la vida, el aire que respiro es la vida y puedo tocar

el cielo azul. Puedo tocar la vegetación. Puedo escuchar el canto de los pájaros,

puedo escuchar a otro ser humano. Si somos capaces de quedarnos en el momento

presente, somos capaces de tocar las maravillas de la vida que están allí,

disponibles. Muchos de entre nosotros pensamos que la alegría no es posible por el

momento. Muchos de entre nosotros pensamos que hace falta todavía algunas condiciones

suplementarias para poder ser felices. Es por eso que somos aspirados por el futuro.

No somos capaces de estar aquí en el momento presente y es por lo que pisoteamos sobre

muchas de las maravillas de la vida. Si continuáis corriendo, entonces no podéis

entrar en contacto con estas maravillas que os curan, os transforman y os aportan la

alegría."


"Durante el tiempo de la posición sentada, de caminar, de comer o de trabajar al

exterior, cultivamos siempre nuestra libertad, pues la libertad es aquello que

practicamos todos los días. Para mí, no hay alegría sin libertad y la libertad no nos

es dada por nadie. Debemos cultivarla nosotros mismos. Compartiré con vosotros cómo

aprender a tener más libertad por vosotros mismos. Independientemente de cómo o de

dónde estéis, si tenéis esta libertad seréis felices. "