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::: Dorotatxu :::

ONCE UPON A TIME

Como los dos próximos artículos que tengo previsto publicar serán un poquito serios, dejadme ahora introducir esta pequeña historia, que espero sea ilustrativa de cómo los verdaderos afectos “se nos apegan” en el corazón.

Veréis:

Cuando yo era jovencita, en algunas de las casas de cuantos nos considerábamos amigos, solían celebrarse frecuentes guateques.

No eran reuniones nada sofisticadas. No se necesitaba más que un pick up, apenas unas patatas fritas, y nuestras ganas de conocernos y de compartir nuestra amistad.

Aunque ligar no era lo pretendido, os diré que algunas de las relaciones de amor que entre mis amigos aún perduran surgieron de alguno de ellos; pero ahora voy a referirme a una muy especial:

 ... a una relación rediviva, que como veréis conservo aún con gran afecto en mi corazón...

Por aquel entonces teníamos 14 años.

Él era catalán y nos conocimos en uno de los guateques que tenían lugar en mi casa, y desde aquel día a diario recorría catorce kilómetros en bicicleta para venir a verme, puesto que esa era la distancia que separaba nuestras respectivas localidades de veraneo.

Como os imaginaréis, os estoy hablando de mi primer amor.

Nuestro veraneo duraba en aquel entonces, desde la fiesta de S. Pedro (el 29 de Junio), hasta la de El Pilar (12 de Octubre), y aproximadamente en esas fechas, mi primer amor (con su familia), viajaba de regreso a Barcelona...

Ya no podríamos vernos hasta el verano siguiente, y ésas eran para nosotros por tanto, fechas de gran dolor.

Nuestras familias contemplaban nuestra relación con gran agrado, pues eran muy amigas entre sí, y sin duda verían con simpatía a aquella “chiquita” que, con su Manolo, se despedía muy tímidamente cada año en una esquina de aquel recordado andén.

No se él, pero yo aún conservo sus cartas.

Eran comunicaciones de auténtico amor.

Tampoco nada elaboradas (os podéis imaginar el lenguaje de dos chiquillos de catorce años), pero aún hoy se puede percibir en ellas la presencia del uno en la vida del otro, así como la impaciencia, a lo largo de largos inviernos, por en el próximo verano llegarnos a ver.

En esas circunstancias fuimos “novios” durante cuatro años.

Llegó un momento en el que la vida nos separó. Primero me casé yo, y bastantes años después, lo hizo él.

Pero aún hoy, y cuando ocasionalmente nos vemos o nos hablamos, siempre lo hacemos con el mismo cariño de antaño, puesto que reconocemos en el otro (sean cuales sean nuestras circunstancias actuales) a aquel ser que descubrió en su día y ante los ojos del otro, su capacidad de amar.

Manolo fue por lo tanto, mi primer generador de ideas sobre el Amor: quien primero me llevó a experimentar lo que, aún hoy, es para mí la idea del verdadero Amor,

... una mezcla de mutuo conocimiento, de tendencia mutua, y de alentadora esperanza mutua, en la mutua y permanente común-unión....

Como veis, junto con su recuerdo, yo sigo conservando esa maravillosa idea en mi corazón.

8 comentarios

Martika -

El amor es algo muy extraño. cuando te enamoras de alguien siempre te parece la primera vez,y además q eres la única a la q le sucede en el mundo!Tiene su gracia el asunto. Mi primer noviete se llama Gorka,y es cierto,hay un cariño eterno entre nosotros!

dorota -

Algunos de vuestros comentarios me dejan perpleja, Gorka.
El tuyo en esta ocasión me ha parecido sensacional.

Gorka -

Si es amor verdadero, siempre llevará el sello del Amor.
Creo que hay tantos matices como personas.
¿Cúal es el mejor? cada persona tiene su psicología y alli donde realize el no ser centro de sí mismo sino la persona querida o la experiencia vivida, esa será la mejor.

dorota -

¿No creéis que el realmente importante es el verdadero Amor?...
A fin de cuentas, es el que se refleja en todos los demás amores que a su vez son verdaderos.

Antonio G. -

Yo creo que el primer amor no es el más importante, que el más importante es el último. Bueno, que todos son importantes.

Bea -

Yo si creo que sea el más sincero. Luego ya aprendemos a manipular. Yo tenía 15 años cuando me sucedió y no era muy diferente al tuyo.

Bea -

¿Por qué el primer amor será tan importante? ¿será porque es el más sincero?

Almu -

En todo lo que escribes te sale una vena mística.
Me recuerdas a Serrat.