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LA SANGRE DEL PELÍCANO

Nuestro amigo Alfredo nos propuso la creación de un club de lectura. Yo me temo que como tal club me va a ser posible llevarlo a cabo, pero podríamos hacer un intento. El pasado día 14 aparecía en la revista Zenit una entrevista con el autor de “La sangre del pelícano”, un thriller policíaco que está resultando un éxito de ventas. Miguel Aranguren (que es su autor) dice ser el primer sorprendido por la acogida de su novela (editada por LibrosLibres).

Según la trama, el sacerdote Albertino Giotta escapó hacía años de las garras del diablo, pero el príncipe de la mentira vuelve para urdir una terrible venganza. La batalla entre el bien y el mal no tendrá cuartel. Albertino Giotta y el comisario Luigi Monticone se enfrentan –con la fuerza de la fe y la astucia- a unos horribles e inexplicables crímenes en la peor crisis de la Iglesia.

Es esto lo que Miguel Aranguren nos dice sobre su novela:

- Tal y como se encuentra el mercado editorial (exceso de publicación de novedades, focalización en muy pocos títulos gracias a costosísimas campañas de marketing y publicidad, poco espacio físico en las librerías y concentración de las ventas literarias en las grandes superficies), ¿cómo se explica el éxito de «La sangre del pelícano»?

- Miguel Aranguren: Como autor no tengo una respuesta sencilla a los miles de ejemplares vendidos. Tal y como usted plantea, no es fácil hacerse un hueco en el mercado literario. Sin embargo, los lectores están a su vez cansados de que la pauta de la buena literatura esté marcada por personas ajenas al escritor, es decir, que sean los publicistas quienes decidan qué hay que leer. Por otro lado, «La sangre del pelícano» echa un pulso a tantas novelas de intriga espiritual que desde hace diez años vienen poniendo en jaque a la Iglesia y a la Verdad.

- ¿Se refiere a «El código da Vinci»?

- Miguel Aranguren: Pienso que «El código» es sólo la punta del iceberg de un plan bien definido para dañar desde el ámbito literario a la Iglesia y a las verdades que ésta custodia. Si no fuera así, cuesta entender el empeño de novelistas y editoriales en utilizar un asunto ajeno (está claro que quienes escriben para hacer daño a la Iglesia no pueden considerarse buenos cristianos, es decir, que sus argumentos les son ajenos) con la insistencia de quien ha encontrado una bicoca. Muchos novelistas no salen de lugares comunes para plantear sus tramas: sacerdotes corruptos, monjes que esconden secretos que ponen en jaque las raíces de la propia Iglesia, papas malvados y, lo que es más grave, un pueblo engañado y que se deja engañar.

- Uno se podría cuestionar por qué le preocupa a usted que haya novelistas que quieran hacer de todos esos temas la base del argumento de sus libros.

--Miguel Aranguren: Se trata de una cuestión de principios. El escritor ha recibido un don para comunicarse con los demás y tiene la obligación ética de utilizarlo bien. Basta un análisis somero de la historia de la Iglesia para llegar a la conclusión de que, como institución, ha realizado un bien si cuento a la humanidad, más allá de sus propios fieles: la ciencia, las obras de caridad, la expansión de una civilización sostenida en los derechos individuales y colectivos, la igualdad... Con esta apreciación no quiero decir que en esta historia no haya habido oscuridades: los últimos papas las han reconocido y pedido públicamente perdón (algo inconcebible en cualquier otra institución humana), convencidos de que la naturaleza caída del hombre es capaz de provocar mucho mal. Pero permítame que me detenga en estos últimos pontificados: Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI -por no extenderme más en el análisis- han sido y son adalides de la paz, tal como la comunidad internacional ha reconocido tras la reciente visita del Papa a la sede central de las Naciones Unidas. Por todos estos motivos, es de justicia que cuando se novelan asuntos vinculados al cristianismo, los escritores sean consecuentes con la realidad. Por puro sentido común. Por puro sentido de la justicia.

- Tal vez la clave se encuentre en saber si la fe puede ser motivo de novela.

- Miguel Aranguren: ¿Por qué no? La espiritualidad es intrínseca al hombre, así que su sed de Dios puede ser motivo de novela. Es más, se trata de la dimensión más profunda del ser humano y, por tanto, de la más apasionante ya que ilumina el resto de nuestro actuar. Eso sí, hablamos de fe, no de una caricatura más cercana a la superstición o a la superchería. En ese sentido, tengo presentes aquellas líneas en las que Juan Pablo II, en su carta a los artistas, pedía que volviésemos los ojos a la Verdad porque la Iglesia necesita de artistas (de novelistas, por qué no) del mismo modo que los novelistas necesitan de la luz que custodia y transmite la Iglesia.

- Háblenos de estos primeros meses de vida de «La sangre del pelícano»...

- Miguel Aranguren: Empezaré confesando que ninguna otra novela de las que he publicado me ha dado tantas alegrías. Piense que nos referimos a una novela de suspense policíaco, un mero entretenimiento y, sin embargo, los lectores se enfrentan a sus páginas con la pasión de quien contempla algo auténtico. Yo creo que no se debe sólo a la trama (unos misteriosos asesinatos que implican de manera directa a un sacerdote que, antes de su conversión había tenido una vida disipada), sino a la personificación de los dos contrapesos de la Historia.

- ¿A qué se refiere?

- Miguel Aranguren: Al Bien y al Mal en toda su dimensión. Al tratar del Bien, «La sangre del pelícano» no presenta a personajes cándidos, blanditos, sino a auténticos ejemplos de fortaleza. Y no sólo me refiero a Juan Pablo II y a la beata Teresa de Calcuta, protagonistas secundarios de la novela, sino a los miembros de la Iglesia perseguida en China que, quizá, han concitado más emociones que ningún otro pasaje del libro. También el protagonista, el párroco Albertino Guiotta, da auténticas lecciones de esperanza en tiempos de tribulación y, por qué no decirlo, el comisario Luigi Monticone, que refleja de alguna manera al hombre de hoy, que alberga en el corazón, tal vez muy escondida, la presencia de Dios

- ¿Y el Mal? ¿De qué manera aparece en «La sangre del pelícano»?

- Miguel Aranguren: El Mal aparece de muchas maneras. Desde la forma más atractiva y seductora (el pasado de Albertino Guiotta antes de encontrar a Dios) hasta su rostro más auténtico: el mismísimo Satanás. Porque en la novela el diablo juega un papel importante. He querido que el público se diera cuenta de la presencia del Príncipe de la mentira en nuestro mundo, así como de su ira cada vez que logra alguno de sus objetivos. Porque a Satanás el mal sólo le mueve a una mayor desesperanza, a un vacío más grande. Su destino es la soledad del infierno frente a la felicidad sin límites que Dios prometió a quienes le sigan. Y sabe que ha perdido la batalla, a pesar de que los signos externos puedan indicar lo contrario.

- ¿Cómo reaccionan sus lectores ante esta manera tan rotunda de plantear la trama de la novela?

- Miguel Aranguren: La sensación que me llega por sus comentarios y correos electrónicos es que agradecen la claridad de ideas. Es cierto que «La sangre del pelícano» es sólo una novela, es decir, que no se trata, ni mucho menos, de un tratado teológico ni de un manual de ascética. Busco el entretenimiento, pero un entretenimiento que no esté enfrentado a la realidad. Lo que se narra en las cinco localizaciones del libro (Roma, París, Granada, Cantón y Nueva York) es posible, y eso provoca una identificación casi inmediata del público con los dos héroes de la novela: Albertino y Luigi, con los que sufren y disfrutan de sus aventuras.

- ¿Veremos pronto una segunda parte?

- Miguel Aranguren: Aunque ahora estoy embarcado en otros proyectos literarios, no tengo duda de que Albertino Guiotta y el comisario no me quieren dejar tranquilo... No se tratará tanto de una segunda parte, porque el caso de «La sangre del pelícano» está cerrado, como de enfrentar a esta pareja tan singular a nuevos retos ante los que la fe y el ingenio humano puedan ganar la partida.

A mí este texto ha conseguido despertarme la curiosidad, y considero que puede ser un buen compañero de viaje. Como os he dicho, mañana mismo iré unos días a Roma y espero llevármelo en la mochila. A mi vuelta ya os contaré.

6 comentarios

Dorota -

He terminado el libro, chic@s, y tengo que reconocer que no ha respondido para nada a mis expectativas. Demasiado “encuadrable” y sin dejar el más mínimo resquicio para un pensamiento que no sea el estrictamente marcado. No me ha gustado, no se lo que vosotr@s -si lo leéis- opinaréis.

A modo “de desagravio”, os ofrezco la lista de libros que -con más o menos tiempo- me propongo leer, y desde luego me propongo no volver a sugerir uno sin haberlo leído.


1) LOS BORGIA, de Mario Puzo; Planeta, Barcelona, 2004, original inglés de 2001, 463 pp.
Excelente historia novelada o novela historiada, de la vida, azares, pasiones, pensamientos, gozos, tristezas y odios de esta familia que marcó una etapa de la historia de la Iglesia Católica y de Italia. Muy bien narrada, sin mayores sofisticaciones ni enredos, se lee casi como novela policíaca.

2) EL MOZÁRABE, de Jesús Sánchez Adalid; Ediciones B, Barcelona, 2005, 3ª edición, original español de 2004, 766 pp.
Bien elaborada novela histórica, sobre la España árabe de finales del siglo X. Dos vidas importantes: un obispo mozárabe y Almanzur. Basada en personajes reales y hechos históricos, propone una novela interesante, amena, distraída, con buen ritmo, buenos planteamientos. Da la impresión que se ha hecho una buena investigación histórica y que se conoce la sociedad árabe del siglo X. Vale la pena.

3) FÉLIX DE LUSITANIA, de Jesús Sánchez Adalid; Ediciones B, Barcelona, 2006, 569 pp.
Novela histórica sobre un periodo del imperio romano (siglo III) en el que inició su decadencia, a causa de las incursiones de los llamados “bárbaros”, a causa de las divisiones y luchas por el poder, a causa de las múltiples religiones que entraban en el imperio (incluido el cristianismo), a causa de que el mismo sistema ya estaba agotándose. El hecho es que, a través de la vida de un romano “de la periferia”, va pasando revista a todo este periodo de unos sesenta años. Bien desarrollada, con mucho conocimiento de la sociedad y la historia de entonces y todo con una gran relación con el naciente cristianismo. Entretiene e ilustra.

4) EL AURIGA, de Mary Renault; Mondadori, Barcelona, 2007, original inglés de 1959, 479 pp.
Excelente novela desarrollada en medio de los inicios de la Segunda Guerra Mundial, en Inglaterra. Las relaciones personales, las ilusiones, los fracasos, los deseos, los triunfos, odios y amores, entre soldados. Con suma delicadeza, sin estridencias, con buen ritmo y tacto, va exponiendo las vidas de homosexuales, sus miedos, inseguridades, los rechazos de un ambiente que los considera anormales. Como en sus otras novelas, maneja temas –que pueden ser escabrosos- con mucha suavidad y a la vez claridad, cosa difícil.

5) TAN VELOZ COMO EL DESEO, de Laura Esquivel; Mondadori, Barcelona, 2006, 7ª edición, original español de 2001, 249 pp.
Tierna, agradable y entretenida novela sobre un telegrafista mexicano, muy cualificado para la comunicación humana, cuya visión de la vida es tan alegre que nació riendo y le pusieron de nombre, Júbilo. Reflexiones sobre el amor, la nostalgia, la entrega, la comunicación, las cosas que en verdad valen en la vida y también sobre esa realidad “tan real”: que somos seres humanos, con defectos y errores. Sobre cómo el amor puede superar obstáculos al parecer insalvables. Al terminar, deja la sensación de haber caminado entre caricias y, sobre todo, una gran ilusión por la vida. Escrita en lenguaje ameno, sencillo, cercano, con buen ritmo y claridad.

6) VUELO FINAL, de Ken Follett; Mondadori, Barcelona, 2005, 6ª edición, original inglés de 2002, 542 pp.
Excelente y excitante novela –como la mayoría de este autor- sobre una situación de espías a inicios de la segunda guerra mundial, en Dinamarca, en una acción de la que puede depender el giro de la guerra y la subsistencia de Inglaterra. Muy bien ambientada, con extraordinario ritmo. Poco a poco se van desencadenando los hechos hasta el “vuelo final” que tiene un desenlace decisivo. Vale la pena, entretiene, interesa, gusta.

7) DOBLE JUEGO, de Ken Follett; Mondadori, Barcelona, 2006, 5ª edición, original inglés de 2000, 462 pp.
Otra buena novela de este autor con gran capacidad de inventiva y de provocar emociones. Desarrollada entre la segunda guerra mundial y los años de la “guerra fría”, logra comunicar el ambiente, inyecta –literalmente- la angustia, la emoción, la urgencia del ambiente de espías, en esa lucha estúpida entre USA y la URSS. Lo original es que todo se desarrolla en ¡dos días! Excelente ritmo, bien dibujados personajes, misterio, tensión, angustiosa trama. Muy bien hecha.

8) TODO BAJO EL CIELO, de Matilde Asensi; Planeta, Barcelona, 2007, 10ª edición, original español de 2006, 457 pp.
Excelente novela de aventuras, misterio, acción. Se desarrolla en China, hacia 1920, con todas las tensiones de ese momento. Buena trama, buena presentación de la cultura china. Como en sus otras novelas (Iacobus, El último Catón, El origen perdido) siempre hay un misterio que envuelve, que atrae, que “jala” todo y le da ese tono de misterio y tensión a sus escritos. Entretiene, es más creíble que las otras y más interesante. Por algo se ha vendido tanto. Vale la pena.


Alfredo -

Hemos coincidido al mismo tiempo en el blog. Tienes razón, yo también necesito tiempo, pero ya lo sacaremos.

María José -

Puede que sí, pero con tiempo. A ver lo que nos diceDorota cuado vuelva

Alfredo -

Yo también lo voy a leer. ¿Te animaríastú, Mari Jose a lo del club de lectura?

MariaJosé -

Ya veremos cómo casan laiglesia y la intriga. Suena bien.

martika -

a tener en CUENTA